Estimada comunidad del Centro Jefferson, 

Durante esta temporada de introspección, cuando el clima se vuelve más frío y los días se acortan, es natural que reflexionemos sobre la gratitud y nuestra compleja mezcla de emociones.  

Si bien algunos pueden anticipar ansiosamente volver a conectarse con amigos y familiares durante las próximas vacaciones, es posible que otros no se sientan particularmente agradecidos en esta época del año. La oscuridad de la estación puede afectar nuestro estado de ánimo y el frío puede limitar nuestra conexión con el mundo natural. Para quienes no tienen familia, un refugio confiable o quienes luchan contra la depresión y la soledad, este puede ser un momento muy difícil. Es fundamental recordar que todos estos sentimientos son válidos y también que tenemos la capacidad de elegir cómo respondemos a estos sentimientos que surgen. 

La gratitud puede surgir dentro de nosotros a veces de forma espontánea y ser percibida como un sentimiento que no necesariamente controlamos. También es importante comprender que la gratitud puede ser una práctica cultivada intencionalmente. La gratitud va mucho más allá de simplemente dar gracias y tiene un profundo impacto en nuestra salud mental y bienestar general, tanto a corto como a largo plazo. 

Las investigaciones han demostrado que practicar conscientemente la gratitud puede reducir el estrés y la ansiedad. De hecho, Un solo acto de gratitud reflexiva puede producir un aumento inmediato del 10% en la felicidad y una reducción del 35% en los síntomas depresivos.. Cuando cultivas activamente la gratitud con el tiempo, estimulas el centro de recompensa de tu cerebro, lo que puede hacerte más resiliente, mejorar tu sueño e incluso mejorar tu salud física. Es una práctica que requiere un esfuerzo diario, pero que vale la pena mantener. 

Practicar la gratitud le ayuda a cuidar su bienestar emocional, una de las ocho dimensiones del bienestar enumeradas por SAMHSA. En nuestra vida diaria, muchas veces pasamos por alto pequeños logros, dejándolos pasar desapercibidos. Pero es igualmente importante celebrar estos momentos. Entonces, piense en sus logros recientes, sin importar cuán triviales parezcan, y tómese un momento para expresar gratitud por ellos. Además, tomarse un momento para hacer una pausa y reflexionar sobre cómo las acciones de los demás lo han apoyado en un momento de necesidad o le han brindado alegría a su día, puede cambiar su percepción del mundo que lo rodea. Dar un pequeño paso adicional para expresar gratitud a los demás por la forma en que influyen en su vida también le reportará poderosos beneficios. 

Sin embargo, ¿qué pasa si no te sientes particularmente agradecido en este momento? Esta bien. A menudo vemos nuestro estado de ánimo y nuestra salud mental a través de filtros de todo o nada, creyendo que si no somos felices o agradecidos, somos miserables y egoístas. Esto no podría estar más lejos de la verdad. Muchos días simplemente estarán "bien". Hay días en los que nos costará encontrar lo bueno en algo o en alguien. Esto es parte del ser humano y un desafío aún mayor cuando luchamos con nuestra salud mental o enfrentamos dificultades extremas en nuestras vidas. El primer paso para encontrar la paz con tus sentimientos es aceptarlos. Pero incluso en esos días más oscuros, practicar la gratitud puede ayudarte a cambiar la trayectoria.  

Empiece poco a poco reconociendo los elementos básicos que nos mantienen vivos: agua potable, comida, calor en el frío o una sonrisa amistosa de un extraño. Incluso nuestra propia respiración puede ser una fuente de conexión con el momento presente y un recordatorio de gratitud por la vida que vivimos. Estas cosas simples pueden ser constantes en nuestros momentos más modestos. 

Piensa en lo que te trae alegría e incorpora esos elementos a tu vida diaria. Podría ser tan simple como reírse, un podcast de comedia o pasar tiempo en la naturaleza. Tal vez sea un nuevo pasatiempo o una actividad que siempre ha llenado tu corazón. Recuerda que tienes el poder de tomar decisiones que traigan alegría a tu vida. 

No importa tu estado de ánimo, tus luchas o tus circunstancias, recuerda que estás bien y que estás aquí a propósito. Esta conciencia puede conducir a la compasión por quienes te rodean y a la gratitud por la singularidad de cada persona. 

En esta temporada de cambios, te animo a reflexionar sobre la gratitud. Mientras afrontamos los desafíos de esta época del año, recordemos practicar la gratitud, no sólo durante las fiestas, sino durante todo el año. Gracias por ser parte de nuestra comunidad del Jefferson Center y recuerde que su viaje es exclusivamente suyo. 

Con gratitud, 

Dra. Kiara Kuenzler Directora ejecutiva, Centro Jefferson