Apagar el fuego: prevenir y controlar el agotamiento
Burnout es un término con el que muchos de nosotros estamos familiarizados y lo hemos experimentado. Es una respuesta al estrés crónico de diferentes tipos de trabajo que involucran responsabilidades, propósitos, expectativas u obligaciones. Algunos ejemplos pueden incluir el voluntariado, el estudio, el cuidado o el empleo. Según la Organización Mundial de la Salud, el agotamiento incluye lo siguiente:
- Sentimientos de agotamiento o agotamiento de la energía.
- Aumento de la distancia mental o sentimientos de negativismo o cinismo relacionados con el trabajo de uno.
- Una sensación de ineficacia y falta de realización.
Reconociendo el agotamiento:
Al prestar mucha atención a los signos comunes de agotamiento dentro de usted o de los demás, puede controlar y prevenir estos sentimientos y aumentar su bienestar general. Piense en el agotamiento como ese agotamiento profundo y que lo abarca todo. A menudo se experimenta como el pavor del domingo por la noche, lo que lleva a la tristeza del lunes por la mañana. A continuación se presentan algunos ejemplos de cómo el agotamiento puede aparecer en todas las dimensiones de nuestras vidas y llevarnos a reconocer el agotamiento.
- Física: Tal vez sienta que su cuerpo simplemente no se siente bien: su energía está "apagada" y se siente fuera de contacto consigo mismo. O tal vez esté experimentando síntomas más notorios, como ataques de pánico, dolores en el pecho, aumento del ritmo cardíaco, náuseas y dolores de cabeza. El cambio de apetito, que causa pérdida o aumento de peso, es otro síntoma que se informa con frecuencia.
- Emocional: Ha pasado el punto de estrés, y es perceptible para usted o para quienes lo rodean. Tal vez note que está reaccionando con mayor irritabilidad, sensibilidad, actitud defensiva o enojo. Te faltan tus métodos habituales de manejo del estrés. Puede ser más sensible a la retroalimentación. La retroalimentación a menudo se exagera y usted puede pensar: Supongo que no puedo hacer nada bien.
- Social: Las cosas que solían ser agradables pueden no serlo más. La desconexión y el ausentismo son señales de advertencia comunes aquí: pérdida de interés en las interacciones sociales, falta de participación en reuniones o compromisos sociales, evitación de asumir nuevas responsabilidades o menor capacidad de respuesta a llamadas, correos electrónicos, etc. A medida que disminuye la conexión social, aumenta el aislamiento. Tal vez una persona que antes era extrovertida comienza a distanciarse o parece más retraída que de costumbre.
- Espiritual: Te sientes fuera de contacto. Tal vez estés menos involucrado en prácticas espirituales, medites menos o ya no te sientas arraigado y conectado con la naturaleza.
- Intelectual: Te sientes generalmente desconectado. Quizás tú o los que te rodean estén notando que la calidad de tu trabajo no es la que suele ser. Eres menos productivo o menos creativo.
Manejo y prevención del agotamiento:
- Revisa tu “por qué”. Hágase estas preguntas: ¿Cuál es la razón por la que hace lo que hace? ¿Cuál es el propósito? ¿Por qué encuentras satisfacción o plenitud? Es fácil quemarse si no puede ver el panorama general. Si pierde de vista el trabajo en el que está involucrado, tiene un impacto. Vuelva a ponerse en contacto con por qué hace lo que hace. Explora y busca razones para volver a sentirte emocionado.
- Maneja tus expectativas por ti mismo. Esperar el mismo resultado de uno mismo todos los días, independientemente de factores externos o interrupciones, no es razonable y es una receta para el agotamiento. Cuando no cumpla con sus propias expectativas, practique la autocompasión. Nadie puede estar al 100% en todos sus roles todo el tiempo. No todos los días serán perfectos, y eso está bien si te recuerdas que está bien.
- Aprende a decir no." Ser honesto contigo mismo y con los demás sobre tu capacidad y decir “no” te ayudará a gestionar los compromisos. Recuerde, “no” es una oración completa.
- Plan de descansos. Incluso con una fecha límite acercándose, tomar descansos regulares para restablecerse: estirarse, tomar un café o tomar un poco de aire fresco, o hacer una meditación puede marcar la diferencia no solo en su energía a lo largo del día, sino también en la prevención o gestionar el agotamiento durante un largo período de tiempo.
- Prioriza tu bienestar. Si nota agotamiento, tenga la intención de cuidarse. Por ejemplo, vuelva a programar la socialización en su planificador estableciendo fechas de café virtuales, videollamadas con amigos y familiares, visitas en persona o incluso dando un paseo por su vecindario donde puede saludar a sus vecinos. La gente necesita gente; es simplemente la forma en que son los seres humanos.
- Buscar/pedir apoyo. Si simplemente no puede decir que no, busque apoyo. Si está experimentando o acercándose al agotamiento, no se quede callado. Busque apoyo y comuníquese con alguien: un amigo, socio o profesional de confianza. El agotamiento puede convertirse en un lugar muy aislado y el apoyo puede ser de gran ayuda.
- Mantente esperanzado. El agotamiento sucede. Las experiencias que acompañan al agotamiento son difíciles de reconocer, manejar y prevenir. Al tratar de mantener la esperanza y con un poco de intencionalidad, comenzará a aprender cuáles son los signos y síntomas en su vida y podrá practicar cómo responder de manera más efectiva.
- Nota de Kiara – Blog
- Asuntos de salud mental – Blog
- Voces de Esperanza – Blog
- Humanos del Centro Jefferson
- Adicción y uso de sustancias
- Ansiedad
- Salud mental infantil
- Crisis y trauma
- Depresión
- Haz ejercicio
- Solo los hechos
- LGBTQIA+ y orgullo
- Medicaid
- Salud mental masculina
- Crianza de los hijos
- Recuperación
- Adulto mayor y mayor
- Socializando
- Estigma
- Estrés
- Prevención de Suicidio de Colorado
- Apoyo y promoción
- Salud mental de los adolescentes
- Opciones de Tratamiento
- Salud mental de la mujer